Salmonfest

En el año del bicentenario de la patria, y en el décimo aniversario del disco El Salmón, surge el Salmonfest, una fiesta que celebra la épica cancionera gestada por Calamaro que, encerrado en domésticos estudios de grabación, con la compañía del Cuino Scornik, compuso y grabó, sin ningún tipo de condicionamientos, cerca de 300 canciones en apenas tres meses.

27 ago 2010

El Salmonfest, con sabor a revancha

El clásico albúm de Calamaro cumple 10 años
Publicado el martes 24 de agosto en Tiempo Argentino
Por Juan Manuel Strassburger

Domingo 22 de agosto. Los fans de Andrés Calamaro se amontonan en la puerta del Uniclub, un boliche del Abasto. Algunos esperan que su ídolo se dé una vuelta justo en el día de su cumpleaños, pero la mayoría no exige tanto. Les alcanza con el motivo que los trajo hasta allí: festejar los diez años de la salida de El Salmón, el disco que marcó un antes y un después en la historia de Calamaro y del rock argentino. En ese entonces la industria musical no sufría el declive que sufre hoy y el ex Abuelo de la Nada se despachó con un disco quíntuple que puso de pésimo humor a su sello, y también a varios de sus fans, que esperaban un disco de temas redondos y no semejante derrotero de desamor, humor y angustia, grabado de manera artesanal en una portaestudio comprada en el Once.
Hoy el disco ya es un clásico. Símbolo y ejemplo de una manera de encarar el rock y la vida. Pero en su momento fue ninguneado hasta la saña. Por eso, quienes se reúnen en El Salmon Fest, sienten el regocijo de la revancha. Saben que al final tenían razó
n. Y entonces cantan y festejan los shows de Ciro Fogliatta, Los Animalitos y El Cuino Scornik; todos amigos de Calamaro y colaboradores de la gesta. Lo del Cuino es palabra mayúscula: coescribió gran parte de las letras del disco y es sindicado por el propio Calamaro como un colaborador fundamental del álbum, al punto que sin su aporte, El Salmón hubiera sido imposible. Por eso, cuando el hombre en cuestión sube al escenario, da media vuelta y –tras leer un mensaje de gratitud de Andrés– arroja al público la mítica portaestudio, el Uniclub enmudece por un momento. La portaestudio traza un círculo en el aire y cae en los brazos de una fan, que la abraza como si fuera su hija y promete compartirla en futuros festejos. El talismán de El Salmón había sido salvado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

CUINO Y LOS ANIMLAITOS..SE PASARON..
GRACIAS A TODOS POR TAN LINDA NOCHE..
ELIZABET TOLEDO.